Nuestros Objetivos

FeaMs pretende buscar en el ejercicio efectivo de la solidaridad, la culturización mutua de las personas, sin distinciones de ningún tipo, partiendo de la premisa de que: "Nadie es tan inculto que no tenga algo que enseñar a los demás ni tan culto que no tenga algo que aprender de los demás". Desde la inquietud de un grupo de personas y a raíz de la situación actual del mundo, como desconocimiento de gran parte de las culturas, nace por parte de FeaMs la iniciativa de crear una plataforma de cultura para buscar el enriquecimiento cultural, en el cual vamos a compartir todos nuestros valores. FeaMs fomenta la creación de Plataformas de Cultura entre los pueblos que más nos necesitan, propiciando espacios solidarios y de conocimiento. Estas plataformas Culturales son la base a partir de las cuales ayudamos a erradicar el analfabestismo en los lugares donde más arraigado está.

Trabajamos por un objetivo: "Cualquier niño del mundo TIENE DERECHO a saber escribir su nombre, el de sus padres y familiares, el de sus amigos; cualquier niño tiene derecho a saber leerlos, pero no solo los nombres, tiene derecho a saber la historia de su pueblo, de distintos pueblos a poder elegir una profesión, un futuro, a poder competir en un mundo en el que cada vez se exige más, a poder ir a la escuela, a la universidad, a tener a su alcance medios como libros, bibliotecas, Internet... que para nosotros son tan básicos que no los valoramos hasta que, por desgracia, nos comparamos con estos pueblos tan necesitados de todo.

Desde hace un tiempo nuestro trabajo va dirigido al pueblo de Honduras, desde que miembros de FeaMs entraron en contacto con esa tierra y con sus gentes a través de Misioneros españoles destinados allí, invitados por ellos con el fin de conocer los puestos de Misión y acercarles nuestros saludos, cariño y ánimo para continuar en su tarea misionera. Nos desplazamos para tomar conciencia de las necesidades de aquellas gentes, y viajamos con el propósito de conocer mejor a sus gentes, unas gentes sencillas y encantadoras con un cariño y ternura como si de toda la vida nos conocieran. El programa del viaje que tenían para nosotros no era otro que enseñarnos las necesidades que tienen esas pobres personas, realizamos visitas en los poblados y aldeas que los Misioneros normalmente frecuentan, llevando sobre todo la buena noticia de amor, consolando y evangelizando a niños y mayores, así como ayudando con alimentos y reparaciones en sus viviendas, todo en la medida que pueden, por que son muchos los necesitados (por no decir la mayoría).

Como en todo país, el derecho a la educación y una educación de calidad para todos los ciudadanos está en la Constitución de la República de Honduras. Y pasa aquí como en muchos países que, “del dicho al hecho hay un largo trecho”. Sencillamente no es verdad: ni que la educación llega a todos, mucho menos, que sea para todos por igual y todavía mucho menos que sea de calidad, como se requiere en un mundo globalizado donde la competencia y la especialización están v igentes.